Ahorro de energía para el planeta

Desde el año 2018, la Hora del Planeta tomó un giro distinto hacia conectarnos con la biodiversidad y las amenazas que la misma enfrenta en gran parte, por las acciones de la humanidad.

Desde 2008 se celebra a fines del recién terminado mes de marzo la Hora del Planeta. Este evento simbólico internacional, impulsado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), busca generar conciencia sobre la necesidad de adoptar medidas frente al cambio climático antropogénico, ahorrar energía y aminorar la contaminación lumínica.

Este programa de conciencia ambiental invitó a todos los hogares y empresas del mundo a apagar de forma voluntaria, luces y aparatos eléctricos no esenciales y encender la luz de la conciencia a favor de la naturaleza. Y es que, es un compromiso para proteger nuestro planeta que, en forma objetiva, experimenta los efectos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad en hasta un millón de especies. Por ello, desde el año 2018, la Hora del Planeta tomó un giro distinto hacia conectarnos con la biodiversidad y las amenazas que la misma enfrenta en gran parte, por las acciones de la humanidad.

Como individuos, WWF nos invita a apagar la luz al salir de la habitación; desconectar el cargador de nuestro teléfono y equipos eléctricos que no utilicemos; hacer un listado de todas las cosas plásticas que utilizamos para reducir nuestro consumo de bolsas plásticas de un solo uso; no usar utensilios desechables (vasos, cubiertos, bombillas, otros); privilegiar lo reutilizable, conversar con nuestro grupo cercano acerca de algún tema relevante sobre cuidado del medioambiente y, esencialmente, optar por el reciclaje.

Como sociedad se puede apoyar privilegiando un futuro sostenible para nuestro planeta. Apagar las luces no indispensables en oficinas, monumentos, parques y sitios emblemáticos. Debemos promover la iniciativa entre nuestros equipos de trabajo, proveedores y contactos a través de nuestros sitios web, boletines y redes sociales y fomentar otros sitios de interés y grupos locales -escuelas, lugares de trabajo, calles, comunidades, restaurantes y bares- para que planeen sus propios eventos.

Mariela Rosas Uríbe
Académica de la Facultad Ingeniería y Tecnología
Universidad San Sebastián, sede De la Patagonia