78% de las personas que hicieron alguna gestión para obtener un crédito hipotecario tuvo resultado negativo 

La Encuesta Chile Nos Habla de la USS arrojó dentro de las principales causas no ser sujeto de crédito (59,7%) y la obtención de poca información o condiciones distintas a las esperadas (12,4%). Al 82% de los encuestados le gustaría acceder a un crédito hipotecario, pero solo un 18% cree que podría hacerlo.

78-de-las-personas-que-realizaron-una-consulta-o-gestion-para-obtener-un-credito-hipotecario-tuvo-un-resultado-negativoLa medición del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Gobierno de la USS, impulsada en conjunto con la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño, reveló que un 26,7% de las personas hizo alguna consulta o gestión para acceder a un crédito hipotecario en el último año. De ellos, un 78,6% obtuvo un resultado negativo.

 Al analizar los motivos, un 59,7% apuntó como causa que no era sujeto de crédito (no se lo dieron), un 12,4% respondió que obtuvo poca información o no eran las condiciones que buscaba y un 6,5% que le fue mal, porque no le respondieron del banco. Cabe destacar que, del total de encuestados, un 97,7% indicó estar bancarizado.

Solo un 5,5% mencionó que obtuvo el crédito y compró o está pronto a comprar una propiedad y un 2,3% señaló que obtuvo el crédito a pesar de que finalmente desistió de la compra.

Vivienda propia: un anhelo mayoritario

En relación con la percepción sobre el denominado “sueño de la casa propia”, a un 82,2% le gustaría acceder a un hipotecario para la compra de una vivienda y un 11,9% declara lo contrario.

Entre las razones para no estar interesado se encuentran: no tener la capacidad de pago con su sueldo (40,6%), no tener interés en comprar ahora por estar las tasas muy elevadas (33,1%) y no tener interés en comprar ahora por ya tener una vivienda (31,7%), entre otras. Solo un 0,8% expresó no tener interés por preferir arrendar.

Al ser consultados por la posibilidad de acceder a este tipo de financiamiento, un 66,7% cree que no podría hacerlo y un 18,4% cree que si podría.

Para Federico Casanello, decano de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la USS, “el panorama actual no es muy alentador si consideramos la reducción en el acceso a créditos hipotecarios para las personas, incluso para ingresos altos; el aumento del costo de las viviendas; las altas tasas de interés hipotecarias; y las bajas expectativas económicas del país, como el bajo crecimiento y el aumento del desempleo. Sin embargo, el escenario puede ser más auspicioso en los próximos meses, pues la expectativa es que las tasas hipotecarias se vayan reduciendo, ya sea en el segundo semestre de 2024 o primer semestre de 2025, lo que ayudaría a recuperar en parte la demanda inmobiliaria”.

La encuesta consultó, además, acerca de las acciones que tomarían los encuestados tanto como para complementar ingresos para adquirir una nueva vivienda como para financiar el pie exigido por el banco. El 52,8% acudiría a su familia para complementar ingresos, el 2,8% a su jefe o empleador y el 2,5% a amigos. Un 32,9% manifestó no tener redes de apoyo para este fin.

Respecto de los recursos para financiar un pie exigido de un 20% como referencia, lideró las preferencias hacerlo con ahorros propios (26,6%), seguido por la opción de hacerlo a través de un crédito de consumo (19,7%) y por medio de un préstamo o apoyo de algún familiar o cercano (18,0%).

Poca información sobre subsidios estatales

Los subsidios habitacionales son uno de los beneficios que más interés despiertan dentro de la ciudadanía, puesto que se traducen en una importante ayuda para la obtención de la tan anhelada casa propia. Sin embargo, mientras un 85,5% de las personas se mostraría dispuesta a postular, un escaso 36,1% declara que sabría hacerlo correctamente.

Asimismo, un 17% no conoce o no ha oído hablar acerca de subsidios o beneficios públicos para este objetivo.

Fuerte preferencia por la casa propia versus el arriendo

Consultados por si tuvieran que definir hoy dónde vivir, un 71,86% se inclinó por la compra de una vivienda y un 18,9% preferiría arrendar. Un 4,6% señaló otras formas o soluciones, mientras que un 4,7% no sabe o no responde.

Un 66,9% apoya la afirmación “prefiero la casa propia por sobre cualquier cosa, aunque sacrifique ubicación u otros beneficios”, un 18,2% no está ni de acuerdo ni en desacuerdo y un 14,3% estaría en desacuerdo o muy en desacuerdo.

Una tendencia similar mostró la aseveración “prefiero la casa propia, aunque el pie o tasa de créditos sean altas, antes que malgastar dinero en arriendo”, con 58,9% de personas de acuerdo, 18,9% indiferentes y 21% en desacuerdo.

Si bien el apoyo a las afirmaciones anteriores confirma una menor preferencia por el arriendo, este era mayor cuando este se asociaba a atributos positivos. En concreto, ante la afirmación “prefiero arrendar que comprar una propiedad por no tener seguridad de un trabajo a futuro”, las personas que estaban de acuerdo o indiferentes alcanzaron un 35,9%, mientras que ante la afirmación “prefiero la flexibilidad de arrendar una vivienda y poder acceder a mejores ubicaciones o conexiones”, las personas que estaban de acuerdo o indiferentes alcanzaron un 49,2%.

Seguridad, una variable fundamental

Ante la pregunta de cuáles son los elementos que determinan la decisión de dónde vivir hoy, la seguridad alcanzó el primer lugar (79,7%), seguida de la conectividad y costos del transporte (59,5%) y más atrás el precio del arriendo o dividendo (58,4%).

Para Juan José Ossa, director del Centro de Políticas Públicas de la USS, “que un 80% de las personas considere la seguridad del lugar como una de las variables más importantes al momento de elegir dónde vivir, invita a mirar los desafíos de vivienda desde la ciudad. No solo viviendas, sino un entorno seguro y conectado, debe ser el foco de una política pública que entienda la vivienda en el contexto de la ciudad”.

Revisa los Resultados de la Encuesta Chile Nos Habla-Vivienda.

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