Terapia Acuática culmina año premiando a sus participantes

El proyecto de Vinculación con el Medio de la U. San Sebastián “Terapia Acuática para Personas con Discapacidad” cerró el 2016 con una jornada de premiación a las personas que participaron como ayudantes y beneficiados.

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En total son 40 los pacientes; niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad que formaron parte del proyecto provenientes del Centro de Educación Integral San Marcos (CEI), Escuela Walter Schmidt, Fundación Integra, la Asociación de Parkinson Valdivia y el Hospital Base. También participaron 60 estudiantes, voluntarios, de las carreras de Kinesiología y Fonoaudiología.

El proyecto se ejecuta en la Piscina Aqua de Valdivia de mayo y a noviembre, siendo este el quinto año que se desarrolla, su objetivo es vincularse con otras instituciones y abrir nuevos espacios, así lo afirmó su encargada Rommy Bartholomaus, quien sostuvo que han ido aprendiendo con el tiempo.

Uno ve la alegría con que llegan los pacientes a la piscina y observa cambios en ellos. Vemos los beneficios de la terapia en los pacientes desde el momento que están en el agua, muchos crean vínculos y amistades entre ellos, incluyendo a los estudiantes universitarios. Ha sido una experiencia enriquecedora”, afirmo la docente de Kinesiología.

Ruth Salazar asiste hace tres años junto a su hija Constanza a terapia acuática, “ella siempre se supera y hemos vistos avances gracias a su trabajo en la piscina. Siempre la acompaño y me meto al agua con ella, vamos una vez a la semana a terapia junto a la tía Rommy”, aclaró.

Por su parte, la directora de la CEI San Marcos, Érika Ávalos, afirmó que son nueve alumnos de 4 y 14 años que poseen trastornos motor y autismo que participan del proyecto. “Nosotros estamos desde el año pasado, la experiencia ha sido positiva y los beneficios muy notorios. Ellos mejoran su autoestima, se sienten más seguros y son capaces realizar ciertos movimientos que fuera de ella se les dificulta hacer. Este proyecto tiene un alto impacto en nuestra comunidad”, dijo.

Un punto a destacar de la terapia acuática es que posee a estudiantes, quienes de forma voluntaria participan del proyecto. La estudiante de Kinesiología, Abigail Navarrete lleva tres años colaborando con la terapia, “formar parte de esto es muy enriquecedor para nuestra formación académica y personal. Ver el más mínimo avance de los pacientes para nosotros es un gran logro, vemos su evolución y el esfuerzo que realizan. Es una experiencia bonita que nos permite trabajar con un equipo multidisciplinario”, contó.

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