Marea roja: Lo que debes saber de la toxina amnésica

La primera medida de las autoridades es la prohibición de extracción de mariscos en Chiloé y otras comunas de Los Lagos, como Fresia y Maullín, con el fin de prevenir las intoxicaciones.

Mariscos 2

La pesadilla de la marea roja vivida el año pasado en el sur del país reaparece. Si bien el evento detectado hace unos días en algunos sectores Chiloé y otras comunas de Los Lagos como Fresia y Maullín es acotado, existe preocupación ante una eventual expansión del fenómeno.

La primera medida adoptada por las autoridades de salud fue la prohibición de extracción de mariscos en esa localidad, con el fin de prevenir las intoxicaciones por la toxina amnésica encontrada en algunos choritos, la que al ser consumida puede provocar graves daños a la salud humana.

Al respecto, el doctor en microbiología de la Escuela de Nutrición de la U. San Sebastián, Waldo Díaz, explicó que “las toxinas producidas por microalgas están dentro de las más potentes que se conocen y que no son afectadas por procesos de cocción, por lo que la recomendación es no consumir mariscos como: choritos, almejas, cholgas, ostras, ostiones, picoroco o locos, que hayan sido extraídos desde zonas contaminadas. Uno de los principales problemas es que no existen cambios organolépticos apreciables en el marisco (sabor, olor, textura) dificultándose el reconocimiento de la contaminación a priori”.

Díaz advirtió que son cuatro las toxinas que pueden asociarse a la marea roja. “En Chile recurrentemente tres de ellas producen contaminaciones, la toxina paralitica (VPM), la toxina diarreica (VDM) y la toxina amnésica (VAM)”.

En este último caso, la toxina al ser consumida puede producir “vómito, diarrea y dolores abdominales posterior a su consumo (aproximadamente a las 24 horas). Si se ingirió en cantidades mayores puede llegar a producir desórdenes neurológicos como confusión, letargo, parestesia, pérdida de memoria y desorientación. En general sólo existe riesgo de muerte si su consumo ocurre en personas de edad avanzada”, explicó el académico.

El experto en microbiología de la USS indicó que “estas algas se mantienen presentes constantemente en nuestras costas, sin embargo su crecimiento o ‘blooms’ depende fundamentalmente del aumento en la temperatura de las aguas por lo tanto no es extraño que su incremento ocurra en periodos estivales”.

Díaz agregó que los niveles máximos aceptables de la toxina amnésica según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “corresponden a 20 miligramos por kilogramo de alimento, un consumo sobre 30 microgramos por kilogramo de peso podría producir un cuadro agudo”.

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