Los desafíos de la educación superior en la formación ciudadana
Quienes estamos en educación no solo tenemos la tarea de formar profesionales idóneos para las necesidades de nuestro entorno, sino también enaltecer los valores nobles que permiten una sociedad más justa, comprometida y empática con las necesidades de los demás.
El domingo 19 de noviembre fuimos testigos del acto republicano de mayor responsabilidad ciudadana que el país puede detentar: las elecciones de quienes dirigirán el país en los próximos años. Sin embargo, es una oportunidad que cada vez es menos significativa e importante para los jóvenes, así lo dicen las estadísticas y así lo vemos.
Según datos del SERVEL, la composición del padrón electoral para estas elecciones es de 14.308.151 personas, y el 23.6% la representan los jóvenes entre 18 y 29 años, es decir sobre 3 millones de votantes. Tan solo en Puerto Montt la cifra se aproxima a 44 mil jóvenes que pueden ejercer su derecho y deber. Si no lo hicieran, con qué herramientas entonces, estos jóvenes en unos años más, van a poder insertarse como profesionales en la sociedad, intervenir en ella y desarrollar a un país, si hoy son muy pocos los que tienen la intención de participar.
¿Cómo se forma un ciudadano responsable? Sin duda una gran parte se perfila en la familia, y se complementa en el colegio.
Las razones del estado actual de esa falta de participación pueden deberse a muchos factores: la falta de educación cívica en los colegios; el estado actual de la política que es mal percibida en forma general no por la esencia del concepto, sino más bien por los actos de quienes la practican; entre otros.
¿Cómo se forma un ciudadano responsable? Sin duda una gran parte se perfila en la familia, y se complementa en el colegio. Los que llegan a las instituciones de Educación Superior tiene la oportunidad y un privilegio de recibir conocimientos para desarrollar una disciplina, que le permitan no ser sólo un buen profesional, sino que también un buen ciudadano.
Las instituciones de Educación Superior tienen un compromiso con la formación valórica y con el desarrollo de un buen ciudadano con alta actitud cívica y participación en el mundo social.
Quienes estamos en educación no solo tenemos la tarea de formar profesionales idóneos para las necesidades de nuestro entorno, sino también enaltecer los valores nobles que permiten una sociedad más justa, comprometida y empática con las necesidades de los demás.
Las instituciones de Educación Superior tienen un compromiso con la formación valórica y con el desarrollo de un buen ciudadano con alta actitud cívica y participación en el mundo social. También es importante que las instituciones impulsen a los alumnos a ser parte de organizaciones estudiantiles porque en ellas se manifiestan las primeras aproximaciones al mundo cívico a través de debates de ideas, desarrollo de proyectos, formación y elecciones de líderes, que en definitiva les marcará la ruta para aportar de mejor forma en el futuro a la sociedad.
En esto, los Centros de Estudiantes tienen mucho que aportar para ir dejando atrás la desidia en la convicción de que es un deber ético tomar parte activa del futuro de una nación. En Puerto Montt queremos que nuestros futuros profesionales sean también muy buenos ciudadanos.
José Guillermo Leay
Vicerrector sede De la Patagonia
Universidad San Sebastián
Vea la columna en diario El Llanquihue