Aprendizaje activo: estudiantes protagonistas de su propia formación

Los contextos académicos contemporáneos parecen abandonar el tradicionalismo del aula, donde el profesor encabeza una clase. Hoy, el objetivo es conseguir que el estudiante pase de ser un observador pasivo a un participante activo, un gran desafío que puede lograrse con diversas estrategias de trabajo pedagógico.

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La educación, en general, atraviesa por momentos de cambios que apuntan a la búsqueda de una mayor calidad con el fin de preparar de mejor manera a los estudiantes de cara a los desafíos que enfrenta un país en vías de desarrollo.

Estos cambios no sólo apuntan a mejorar espacios e infraestructuras y procesos administrativos de los establecimientos educacionales. Más bien su objetivo se centra en el corazón de la enseñanza, el lugar donde se desarrollan las actividades propias del proceso formativo y donde se concentra la mayor interacción entre docentes y estudiantes para el logro de los aprendizajes.

La tradicional imagen de un docente dictando cátedra no será obsoleta, pero va sufriendo una metamorfosis en la que su rol pedagógico busca otorgar instancias de participación activa a los estudiantes que, hasta ahora, sólo se limitaban a ser un testigo pasivo en el salón de clases.

¿Cómo lograr este cambio?, ¿De qué manera incentivar la participación? Precisamente estas preguntas fueron analizadas por diversos académicos de la Universidad San Sebastián que participaron del Taller “Promoción de Aprendizaje Activo en Clases Expositivas”, en la Sede de la Patagonia, iniciativa organizada por la Dirección General de Pregrado a través de Dirección de Desarrollo de la Docencia.

“Un primer acercamiento para responder estas interrogantes dice relación con el uso de herramientas pedagógicas y tecnológicas que pueden complementar la entrega de contenidos en el salón de clases. Es decir, ya no basta con la proyección de un Power Point. Tenemos que ir más allá, necesariamente; ya sea siendo más interactivos mediante la enseñanza basada en preguntas, el análisis de ilustraciones, lograr un feedback mediante la técnica del One Minute Paper y el Think Pair Share, entre otras”, comentó Francisco Oshiro, coordinador general de la dirección General de Pregrado en la Sede De la Patagonia.

Fomentado un diálogo crítico
El taller que fue impartido por Oshiro junto a Beatriz Muñoz, profesional de la Dirección de Desarrollo de la Docencia se desarrolló en el marco del programa de Formación Pedagógica Inicial, del sistema de capacitación docente Kairós.

Una de las participantes fue la directora del Campus Osorno Maggie Cerna, quien destacó que este tipo de experiencias permiten actualizar metodologías necesarias para el fortalecer el proceso enseñanza-aprendizaje al interior del aula. “Estas capacitaciones son realmente necesarias para buscar esa calidad en la enseñanza a la que todos apuntamos. Pero no sólo eso, también permite dar mayor libertad a nuestros estudiantes para que se genere un diálogo que favorezca la discusión crítica y constructiva sobre los temas que se están abordando en el salón”, explicó.

Por su parte, Marcelo Friant, director de la carrera de Fonoaudiología en Puerto Montt, argumentó que se genera una especia de sinergia con los estudiantes que favorece el aprendizaje. “Esto permite que ellos sean protagonistas de su propia formación. Permite, además, que el clima pedagógico sea el propicio para que no escondan sus opiniones. Y claro, una atmósfera en la que ellos puedan sentirse acogidos y seguros, además de estimulados, logra precisamente un intercambio de opiniones y conocimientos que realmente  es necesario para su aprendizaje”, explicó.

Cabe destacar que, en la oportunidad, la iniciativa consideró el desarrollo de diversas temáticas con el fin de fomentar también el trabajo colaborativo entre los profesores.

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