U. San Sebastián conmemoró los 30 años de la mediación papal

Mediación Papal

En el campus Los Leones de Providencia se congregaron diversos representantes diplomáticos, académicos, eclesiásticos, militares y de medios de comunicación para revivir el contexto de los tensos días de 1978, en los que el fallo por la controversia por el Canal del Beagle puso a nuestro país y a Argentina al borde de la guerra tras su declaración de “insanablemente nulo”. A raíz de esta disputa, S.S. Juan Pablo II propuso una mediación que comprendió la designación de delegaciones diplomáticas a ambos lados de la Cordillera, las cuales en 1984 llegaron a un acuerdo definitivo.

Al iniciar el solemne acto, Octavio Errázuriz, presidente del Centro de Extensión de la Universidad San Sebastián, recordó la figura del General Ernesto Videla, jefe de la delegación chilena que participó en el proceso de mediación. Con emoción, el embajador Errázuriz realzó la visión de quien fuera integrante de la Junta Directiva de la U. San Sebastián como la de un distinguido hombre público amante de su país, y que canalizó de la mejor forma posible las tratativas entre ambos países para lograr una paz duradera.

“Todos quienes participaron en el proceso de mediación, desde Su Santidad Juan Pablo II, los cardenales y monseñores, y los juristas y distinguidos diplomáticos y expertos de ambas delegaciones, merecen nuestro reconocimiento y homenaje. Permítanme simbolizarlo esta tarde y en esta casa en quien fuera miembro de la Junta Directiva de la Universidad San Sebastián, el General Ernesto Videla Cifuentes, quien con patriotismo, visión de Estado, inteligencia y coraje, coordinó y dirigió la representación nacional”, afirmó Octavio Errázuriz.

Posteriormente, el embajador Fernando Pérez Egert realizó un recuento histórico de la desavenencia entre ambos países sudamericanos desde su perspectiva como integrante de la comisión de mediación. “Este ha sido uno de los actos de política internacional más trascendentes de los que nuestro país ha debido enfrentar. A fines de 1978 ambas naciones estuvieron en el umbral de una guerra, que de haberse producido, podría haber tenido consecuencias desastrosas para la conveniencia de Chile y Argentina y que nos habría afectado por generaciones. La intervención del Santo Padre produjo sus resultados precisos para evitar la guerra”.

Francisco Orrego Vicuña, abogado experto en temas internacionales y miembro de la delegación chilena que encabezó el proceso, dictó la conferencia “La mediación como método de solución pacífica de controversias: el ejemplo de S.S. Juan Pablo II”.

En su ponencia, el profesor Orrego comentó que “este era un conflicto de larga data, iniciado con anterioridad alTratado de Límites de 1881. Una mediación es un proceso diplomático y político, no necesariamente jurídico. Pero el Papa Juan Pablo II fue de una claridad meridiana: el Tratado de 1881 no se toca. El mismo Papa se definió diciendo que no era un súper árbitro, y que no estaba por sobre los Estados”.

Francisco Orrego profundizó en que el “punto importante de la mediación, que parece obvio, pero que era la clave de las claves: ¿cómo se identificaban los intereses fundamentales de las partes? En un comienzo esto era poco claro, había una tesis para ambos países, pero esa fue la primera tarea del equipo mediador, el identificar los intereses reales de las partes. Por muy simple que suene, es de una complejidad extraordinaria, tomando muchísimo tiempo en decantar. Para Chile, el tema de fondo era la integridad territorial y la soberanía sobres las islas en el Pacífico. En tanto, para Argentina era el dominio marítimo para evitar una supuesta expansión chilena al Atlántico.Esto recién permitió iniciar un acercamiento, además que hubo varios juristas argentinos que buscaban también una salida pacífica a la controversia”.

Al acto de conmemoración de los 30 años de la mediación papal organizado por el Centro de Extensión de la Universidad San Sebastián, entre otras destacadas personalidades asistieron Monseñor Ivo Scapolo, Nuncio Apostólico en Chile; el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo Emérito de Santiago; embajadores, representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores, de las Fuerzas Armadas y del mundo académico.

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